We all know the sex symbol Marilyn Monroe in Some Like It Hot (1959). All. And we all know Audrey Hepburn‘s no limit elegance with her ​​pearl necklace in Breakfast at Tiffany’s (1961). The princess Grace Kelly in To Catch a Thief (1936), whose granddaughter,

 Charlotte Casiraghi, reminds us of her every day… The personal style of Brigitte Bardot in all her appearances and films as for example Vie Privée (1962). And perhaps less known, the sweet Jane Birkin, not so innocent with her ​​nude in Blow-up (1966).

Todas conocemos a la sex symbol Marilyn Monroe de Con faldas y a lo loco (1959). Todas. Y todas conocemos la elegancia sin límites de Audrey Hepburn con su collar de perlas en Desayuno con diamantes (1961). La princesa Grace Kelly de Atrapa un ladrón (1936), cuya nieta, Carlota Casiraghi, nos recuerda a ella cada día más… El estilo tan personal de Brigitte Bardot en todas sus apariciones y películas como por ejemplo Vie Privée (1962). Y quizá menos conocida, la dulce Jane Birkin, no tan inocente con su desnudo en Deseo de una mañana de verano (1966).

But, I wonder, is it necessary to enhance the artificial? Do we want excessive makeup, complicated hairstyles, expensive jewels, gowns, pronounced necklines and the nude recourse? Yes, of course we are dealing with clear examples of style all the way, but why is naturalness so forgotten?

Here we focus on 100% naturalness. And with these pictures we want to show that naturalness can also be sensual.

Pero, yo me pregunto, ¿es necesario potenciar tanto lo artificial? ¿Queremos maquillaje excesivo, peinados complicados, joyas carísimas, vestidos de gala, escotes pronunciados y recurrir al desnudo? Sí, evidentemente estamos ante claros ejemplos de estilo en toda regla, pero, ¿porqué la naturalidad queda tan olvidada?

Aquí apostamos por la naturalidad al 100%. Y con estas fotos os queremos demostrar que la naturalidad también puede ser sensual.

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post by Carla Kissler